La curación de contenidos (content curation) es una de las dinámicas más extendidas en las redes sociales, siendo una práctica que muchos usuarios utilizamos de forma habitual sin ser del todo conscientes. Cuando compartimos una publicación en nuestro muro de Facebook o Linkedin, cuando hacemos un retweet o subimos una storie a Instagram publicada originalmente por una de nuestras marcas o influencers favoritas, estamos haciendo content curation.
En el artículo de hoy, exploramos a fondo y en detalle en qué consiste el Content Curation y cómo podemos explotar su máximo potencial para nuestras estrategias de contenidos y branding.
Podemos definir formalmente la curación de contenidos como el proceso de encontrar publicaciones sobre un tema específico, elegir la más relevante y agregar nuestras opiniones aportando valor y sintetizando la información, para finalmente, compartirla con nuestra audiencia.
El objetivo de la curación de contenidos es transformar la información en conocimiento conectando puntos, identificando patrones, viendo relaciones, descubriendo joyas ocultas entre las infinitas opciones digitales. Su misión última es dotar de sentido los contenidos que tenemos a nuestro alcance y compartir esa visión con los demás.
La curación, gracias a su enfoque analítico y de investigación, es capaz de producir información bien estructurada, optimizada por temáticas, sectores o tendencias y ayudarnos a resumir cuerpos de información largos, ricos y complejos.
Uno de los requisitos para generar una estrategia de curación de contenidos eficaz y exitosa es tener experiencia en el campo el cual se está curando, así como una gran familiaridad con los actores, los temas, las tendencias y las herramientas que definen su espacio.
El Content Curation es una de las herramientas que muchas de las grandes marcas llevan a cabo, de una forma u otra, para acercarse a su público y establecer liderazgo en su sector.
Dentro del sector B2B industrial y tecnológico encontramos un nicho de información en constante evolución que nos ofrece el escenario idóneo para la curación de contenidos. En el desarrollo tecnológico, por ejemplo, existe un enorme abanico de temáticas relacionadas y cientos de medios a nivel global que publican de forma constante.
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Por ello, debemos considerar la curación de contenidos una estrategia capaz de adaptarse a cualquier sector y temática, siempre que la llevemos a cabo de forma estratégica.
Uno de los principales beneficios de la curación de contenidos es que nos permite separar el ruido de las noticias con verdadero valor. La búsqueda de contenido relevante y de interés, tanto para nuestra estrategia de marca como para nuestro público objetivo, nos permite crear una librería o repositorio especializado.
Adoptar este hábito nos dará una visión amplia de las noticias y contenidos que se publican diaria o semanalmente, siendo capaces de analizar el escenario mediático para así poder elegir aquellos artículos o publicaciones de mayor relevancia. Conforme profundicemos en la estrategia de curación, nuestro repositorio de fuentes será cada vez más selectivo y especializado, permitiéndonos aportar verdadero valor a nuestra audiencia con cada publicación que compartamos.
Ejercer el Content Curation es una de las formas más efectivas de estar al día con las tendencias de nuestro sector. La revisión periódica de las nuevas publicaciones nos obliga tanto como ayuda a estar siempre actualizados. También debemos tener en cuenta que, con la curación de contenidos entrenamos nuestra percepción y sensibilidad, dándonos cierta ventaja respecto al público general. Este entrenamiento nos permitirá detectar patrones y elegir las tendencias con mayor repercusión.
Además, al tener identificadas las fuentes relevantes en nuestro repositorio o librería personal, optimizamos el tiempo de búsqueda y análisis, sin malgastar esfuerzos en búsquedas infinitas en Google o páginas no especializadas.
Tampoco debemos dejar de lado la dimensión formativa que nos ofrece esta estrategia; además de estar a la última, también aprendemos y nos formamos, obligándonos no solo a consumir una gran cantidad de información, sino también a desarrollar una opinión propia a la hora de compartir la información.
Gracias a la curación de contenidos, somos capaces de resumir, sintetizar y destilar información compleja para que ésta sea consumida por nuestra audiencia.
Si te preguntas cómo éste trabajo nos ayuda a construir la imagen de una marca y a establecer o reforzar su liderazgo, estas son las principales razones:
Compartir contenido y aportar la visión de la marca (tanto de empresa, como la personal) en temas relacionados con los intereses, inquietudes y aspiraciones del público objetivo nos ayuda a posicionarnos en sus mentes como referentes. La calidad, tanto de las noticias compartidas como del contenido propio que añadimos en la síntesis y reflexión es crucial para generar este impacto positivo en la audiencia.
Cómo comentamos anteriormente, la calidad es uno de los factores de mayor peso para que nuestra estrategia de Content Curation sea exitosa para la mejora del branding. Por ello, podemos decir que, cuando ponemos en marcha un plan de curación nos vemos obligados a ser extremadamente minuciosos tanto en contenido como en forma. Uno de los grandes riesgos que corren tanto empresas como usuarios que desean mejorar su marca personal mediante la curación de contenidos, es la de generar publicaciones vagas y poco trabajadas o sin valor añadido más allá de mostrar un artículo externo.
Conseguir una vinculación entre nuestra marca y las fuentes o voces con autoridad dentro de una temática o sector, es una fórmula que asegura el éxito reputacional de cualquier estrategia de branding. Con el Content Curation somos capaces de filtrar qué medios y autores son aquellos que queremos ver relacionados con nuestra propuesta de valor, y más detalladamente, qué publicaciones y artículos deseamos que formen parte de nuestro “feed” y calendario editorial.
Por ello, al compartir contenido estamos ejerciendo un doble impacto en el público para construir su percepción sobre nosotros; sobre qué compartimos (tema y reflexión o discurso propio) y sobre quién compartimos (branding del medio elegido, posicionamiento de la marca personal del autor, su especialización, visibilidad, etc).
Con la curación de contenidos también somos capaces de dar a conocer la marca y sobre todo, dotamos al usuario de los datos necesarios para que su percepción de nuestra marca esté lo más alineada posible a su posicionamiento.
A través del Content Curation debemos generar contenidos de máximo interés, poniendo el foco en ese análisis y reflexión que añadimos de nuestra propia cosecha, experiencia y pensamiento crítico.
Si bien es un tipo de contenido en el que no hablamos sobre nosotros, tenemos que entender que son publicaciones que hablan de nosotros de una forma capaz de conectar fácilmente con la audiencia. Transmitimos nuestras opiniones, carácter, visión crítica del mundo, liderazgo en el sector y capacidad de hacer pensar al público, de entrar en debates y adquirir nuevos conocimientos.
De la misma forma que la curación de contenidos y cómo ejecutemos esta estrategia dice más de la marca que cualquier publicación autoexplicativa, también es una herramienta perfecta para demostrar expertise de forma tangible y realista.
La curación confiere autoridad a quienes demuestran la capacidad no sólo de encontrar y compartir noticias y recursos relevantes, sino que pueden añadir valor explicando el por qué y el cómo son de utilidad para su audiencia.
La autoridad es una percepción que nos confieren nuestros seguidores, y surge del hecho de que aquellos quienes curan contenidos ayudan a los demás a comprender mejor los temas que les interesan y les ofrecen una selección de conocimiento filtrados y útiles.
Si realizamos correctamente este acto de servicio, ahorramos tiempo a los lectores interesados y les proporcionamos conocimiento de forma coherente y actualizada, al final seremos percibidos como una voz a tener en consideración en nuestro campo de especialización.
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Por último, pero no menos importante, está la dimensión social del Content Curation. Esta estrategia es un método colaborativo, mediante el cual compartimos voluntariamente contenido externo, que otros autores han publicado gratuitamente en la red.
Además de ofrecer conocimiento a la audiencia, otorgamos visibilidad desinteresada a los escritores y medios de comunicación, abriendo la puerta a la creación de relaciones, no solo con quienes nos leen, sino también con aquellos de quienes obtenemos contenido.
El respeto hacia los autores y los medios es fundamental, tanto a la hora de ofrecer crédito y auditoría de cada pieza compartida, como en el caso de compartir una opinión contraria a la publicada en la fuente original.
Nuestra relación como marca con el público va más allá de lo racional y los datos compartidos o la última hora en noticias; no debemos olvidar que cada publicación curada es una oportunidad para compartir nuestros intereses y valores, conocer a nuestro público y que ellos nos conozcan mejor.
Aunque el Content Curation pueda parecer sencillo, con un paso de búsqueda y otro de publicación de contenido, para extraer todos los beneficios que nos ofrece, debemos profundizar en su proceso.
A continuación veremos las fases fundamentales para llevarlo a cabo, optimizando nuestro tiempo pero también sacando el máximo potencial que esta estrategia nos ofrece.
Durante esta primera fase, el trabajo del curador de contenidos debe tener el objetivo de identificar fuentes de información con potencial para aportar valor y conocimiento a su calendario y estrategia de contenidos. Se trata de una tarea de investigación minuciosa en el amplio abanico de posibilidades que nos ofrece internet; desde periódicos digitales hasta portales de noticias o blogs especializados, páginas dedicadas en exclusiva a la publicación de artículos de autores independientes, listas en twitter, búsquedas de términos en google u otros buscadores, etc.
Cuanto más exhaustiva sea nuestra búsqueda de fuentes, más enriquecedora será nuestra estrategia de curación. Por lo que, esta es una fase del proceso en la que no podemos escatimar tiempo ni esfuerzos.
Considera siempre este primer paso como una tarea recurrente; repite tu búsqueda cada pocos meses y así tendrás siempre la oportunidad de sumar nuevos medios y fuentes a tu repositorio.
La información sin orden puede resultar abrumadora, por lo que, gestionar nuestra librería de fuentes, escritores y páginas de contenidos o noticias es una de las tareas esenciales para la curación. Contar con un repositorio nos facilitará la búsqueda diaria o mensual de contenidos de interés; una vez tenemos identificadas las fuentes es necesario catalogarlas por temáticas o tendencias.
Es importante entender que el repositorio es una herramienta personal que debemos adaptar a nuestras necesidades con el objetivo de ahorrarnos tiempo y proporcionarnos accesos rápidos a nuestra selección de medios. También debemos tener en cuenta que el repositorio es una herramienta en constante evolución. Podemos ampliar nuestras temáticas, definir un campo más específico acorde con nuevos objetivos de negocio o de marca y, sobre todo, ampliarlo de forma constante.
Una vez contamos con diferentes opciones para crear nuestras publicaciones, debemos pararnos a analizar qué, cuándo y cómo lo vamos a publicar. Para ésto, entramos en la fase de análisis y selección, en la cual nos podemos servir de las siguientes indicaciones para facilitar la tarea:
Podemos afirmar que este es uno de los puntos críticos de la curación de contenidos, el gran reto al que todos nos enfrentamos cuando, por fin, ejecutamos esta ambiciosa estrategia.
Como hemos visto anteriormente en el artículo, las ventajas que el Content Curation ofrece al branding empresarial o personal son muchas y muy potentes, sin embargo, requiere de un gran esfuerzo de redacción, síntesis y aportación de valor.
No basta con compartir simplemente una noticia con la audiencia anunciando que se trata de una lectura interesante.
Si queremos convertirnos en una voz a tener en cuenta, el proceso de redacción de este post debe, no solo conseguir que el lector nos dedique unos segundos valiosísimos de su tiempo, sino persuadirlo y animarlo a ejecutar una acción (hacer click en el artículo), gastar más tiempo (leer el artículo) y por último, volver a dedicarnos su atención, tomándose la molestia de dejarnos una reacción o comentario con el que empezar un debate o intercambio de opiniones.
Contamos con muy poco espacio y tiempo para conseguir que se produzca toda esta cadena de acciones cada vez más costosa en las redes sociales. ¿No te parece suficiente motivo para poner todo tu ingenio, experiencia y esfuerzos en la redacción y personalización de tus post de curación de contenidos?
Llegamos finalmente al último paso, el momento en el que lanzamos la publicación para que llegue a nuestra audiencia. Aquí, es tan importante el fondo como la forma; presentar correctamente el post para que su visualización sea lo más cómoda y atractiva posible para el lector. Debemos tener en consideración las características de cada plataforma en la que publiquemos, los tamaños de las imágenes que puedan acompañar la publicación y, sobre todo, el número de caracteres máximo o recomendado en cada red.
También, es el momento en el que damos crédito al autor o medio que originalmente ha difundido la noticia o artículo y añadimos los hashtags correspondientes. Y, sobre todo, ¡interactúa! Si tu audiencia reacciona a tu publicación, te dejan en comentarios sus opiniones, dudas o reflexiones, contesta siempre para agradecer su atención y crear conversaciones interesantes con tu público.
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