Es probable que la mayoría de los que os planteéis esta pregunta automáticamente concluyáis con un no rotundo. Y es que la inseguridad y el miedo a lanzarse a la piscina de las palabras supone un hándicap para aquellos que quieren desarrollar una estrategia digital para su negocio e incluir un blog en ella.
Es innegable que la soltura a la hora de ponerse a escribir un post es un valor añadido, pero la mayoría de veces no es necesario ser un gran escritor para transmitir a tu público objetivo lo que deseas.
Y es que no debemos olvidar que contamos con el mejor arma: somos expertos en aquello de lo que hablamos, en el tema que hemos escogido y que conforma nuestro contenido.
El contenido como protagonista
En primer lugar centrémonos precisamente en esto: en el contenido, el protagonista de cualquier entrada. Se trata de escoger un tema concreto, cuanto más específico mejor. Son susceptibles también cuestiones que ya hayan sido tratadas anteriormente, pero siempre se ha de aportar valor a lo que ya está publicado, ir más allá.
Si además se busca escoger un tema interesante, es recomendable comenzar con un estudio de palabras clave o Keyword Research. De esta forma, se puede identificar el volumen de búsqueda de las palabras clave relacionadas con tu negocio y analizar qué temas pueden ser más atractivos para el lector.
Estructura sencilla como sinónimo de asertividad
Llega el momento de empezar a escribir. Para ello, es fundamental plantear una estructura coherente, que garantice que el mensaje pueda llegar de manera clara y sencilla.
La sucesión de párrafos puede estar determinada por la importancia de las ideas planteadas, de mayor a menor, como si se tratara de una pirámide invertida en la que la idea básica se sitúa al principio y la más trivial al final. De esta forma, el lector que no se detenga a leer nuestro texto de principio a fin, solo con leer las primeras líneas extraerá el concepto fundamental.
También existe la opción de que todo el cuerpo del post sea una sucesión de ideas que en conjunto lleven a una conclusión concreta que se exponga al final. En este caso, el texto puede estar estructurado por párrafos titulados de acuerdo al tema en el que estén centrados.
En cualquier caso se debe destacar las palabras clave en el cuerpo (con negrita, por ejemplo), de forma que con un simple vistazo al texto quien vaya con el tiempo justo pueda hacerse una idea y extraer lo más importante. Además, es aconsejable incorporar preguntas en el cuerpo para crear un call to action y mantener alerta al lector, apelar a sus sentidos.
Ejemplos visuales y enlaces como complemento
No obstante, no solo se ha de prestar atención a las palabras. Los ejemplos visuales e incluso audiovisuales o gráficos (cuando el tema se preste a ello) pueden enriquecer el post y ayudar a dinamizar el blog en redes sociales.
Lo mismo ocurre con el uso de enlaces que completen el contenido. El espacio a veces es muy limitado, por lo que cuando no podemos abarcarlo todo sobre un tema el uso de enlaces externos o incluso a otros posts de nuestro propio blog amplía el conocimiento de los lectores y complementa el contenido.
El titular como gancho
No podemos tampoco pasar por alto la importancia de escoger un buen título. Habrá quienes empiecen por aquí y otros quizá decidan dejarlo para el final. De una forma u otra la clave es que tenga gancho e invite al lector a seguir leyendo, pues es lo primero que vemos. En este sentido, es preferible que sea corto, pero contenga la esencia de nuestro mensaje, que sintetice la idea.
La corrección ortográfica como garantía de calidad
Para acabar, nunca está de más hacer hincapié en la importancia de leer y releer tu post e incluso que lo lea una tercera persona que pueda encontrar erratas que tú ya no ves. Y por supuesto, queda prohibido cometer errores ortográficos, pues una falta de ortografía puede ensuciar el mejor de los textos.
Y con todo esto interiorizado volvamos con nuestro protagonista: el contenido. Y es que si cumplimos todo lo anterior nuestro mensaje llegará sin interferencias al usuario, habremos conseguido nuestro propósito y, por lo tanto, tendremos un contenido de valor y sabremos escribir un buen post.