📌 Actualizado el 18/11/2022
Es posible que tu teléfono ya no reciba llamadas comerciales; que te hayas hecho inmune a los mupis o que empieces a navegar con tu teléfono móvil cada vez que empieza un nuevo bloque de anuncios en la televisión. Sí, aunque no te hayas parado a pensarlo, ahora tú eres el centro del marketing y la publicidad.
No hace mucho este poder era de los marketeros, aquellos que diseñaban mensajes unidireccionales tratando de convencer sin ofrecer demasiados motivos o respuestas. Con el inbound marketing son las personas las que buscan y encuentran a las marcas. Ellas deciden libremente qué necesitan, cuándo lo necesitan y dónde pueden encontrarlo.
Internet está dando la vuelta a la tortilla ofreciendo toda la información necesaria para madurar y fundamentar una decisión de compra. ¿Cómo puede convencerte ahora una marca? A través de una estrategia de contenidos que persiga la atracción, para después convencer e incluso enamorar al buyer persona o cliente ideal. Adiós al intrusismo publicitario. Con el inbound marketing, marca y consumidor interactúan en busca del beneficio mutuo.
El hecho de que el consumidor se sienta libre y tenga a su alcance mucha más información no supone más que un apasionante reto para las marcas y las empresas. El objetivo está en adelantarse a sus movimientos para ser capaces de impactar en las diferentes fases del proceso de compra. De esta forma podremos convertir a extraños en visitantes, leads, clientes e incluso prescriptores o embajadores de nuestra marca.
¿Cuáles son los pasos de una estrategia de inbound marketing?
1. Atraer tráfico
Sin tráfico no hay interacción y mucho menos generación de negocio. En este punto se pueden utilizar infinidad de contenidos y recursos online como el social media marketing, el blogging, el SEO on-page u optimización de páginas web, los libros blancos, los webinars, etc. La clave no es utilizar todos estos recursos, sino generar un mapa de contenidos que logre integrarlos de forma adecuada e impactar a nuestros diferentes buyer personas cuando y donde sea más adecuado.
2. Convertir a nuestros visitantes en leads
Una vez hemos atraído a un desconocido a través de un contenido interesante, hay que poner los medios necesarios para poder conocerlo e identificarlo. Los call-to-action, los formularios de registro o las landing pages son algunas de las opciones para que el usuario deje información personal y se establezca un vínculo de confianza marca – consumidor.
3. Cerrar ventas
Con los leads ya generados y clasificados en una base de datos “lead scoring” es el momento dar rienda suelta al marketing automation. Herramientas de gestión de bases de datos como Hubspot nos van a permitir diferenciar a nuestros leads y generar contenidos automatizados “lead nurturing”, que traten de dirigirles hacia la compra: envío de newsletter, remarketing, workflows, etc.
4. Enamorar a nuestros clientes
El proceso del inbound marketing no termina en el cierre de la venta. Ahora es el momento de fidelizar y seguir estrechando el vínculo de confianza. ¿Cómo logramos esto? Manteniendo al cliente informado de las novedades de la marca; ofreciendo contenido especializado: ebooks, tutoriales, webinars; teniendo en cuenta su opinión a través de encuestas o entrevistas, etc.
La estrategia perfecta reside en conocer tus buyer personas, ofrecerles el contenido que necesitan, conducirles adecuadamente hacia la compra y tratar de que se sientan como parte importante de la marca. Hoy en día confiamos más en lo que nos dicen los demás que lo que nos dicen las empresas. El último eslabón de la cadena nos puede ayudar a generar más negocio. Enamora a tu visitante y enamora a tu cliente, solo así vuestra relación será fructífera y duradera.
¿Conoces a tus buyer personas? ¿Sabes conducirlos en el proceso de compra? ¿Cómo consigues enamorar a tus clientes?