Cuando pensamos en marcas líderes en sus respectivos mercados se nos vienen a la cabeza nombres como Apple, Coca-Cola o Audi. Esto no es fruto de la casualidad, sino que estas empresas han trabajado durante años en tener una estrategia de marca fuerte, duradera y reconocible.
Disponer de una estrategia de branding es una fuente de creación de valor para cualquier compañía, sin importar el sector de actividad o el tamaño de esta. Este tipo de estrategias ayudan a sentar las bases para el posterior crecimiento y desarrollo de una empresa, es su hoja de ruta particular.
En este artículo profundizamos en las estrategias de marca, qué beneficios tienen para las empresas, cómo crear una y qué elementos no pueden faltar en ella. ¡Sigue leyendo porque esto te interesa!
Qué es una estrategia de marca
Una estrategia de marca es un plan a largo plazo para conseguir una serie de metas que tienen como finalidad la identificación por parte de los consumidores de tu marca y su preferencia frente a la competencia. Esto permitirá construir relaciones duraderas con los clientes y aumentar la lealtad de estos.
Existe la creencia errónea de que una estrategia de marca es poseer un logotipo, una paleta de colores corporativos y un sitio web. Pese a que estos son elementos importantes en una estrategia de branding, la función de esta va mucho más allá y gira en torno a los elementos intangibles como la misión de la empresa, su propuesta de valor, su promesa hacia los clientes o cómo se van a comunicar con estos. Todo ello impulsa el valor de marca y el sentimiento de pertenencia.
Una estrategia de marca ofrece respuestas a preguntas como:
- ¿Cuáles son los valores principales de la marca que deben estar en la mente de los consumidores?
- ¿Cuál es la cultura interna de la organización y qué propósito la encabeza?
- ¿A qué creencia profunda de los consumidores debe dar respuesta la marca para ser relevante?
- ¿A qué promesa no debe nunca faltar la marca?
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Qué beneficios aporta a las empresas tener una estrategia de marca
Aunque para muchas empresas poseer una estrategia de marca es algo secundario, lo cierto es que es lo primero que deberían realizar las compañías porque les aportará los siguientes beneficios:
- Definir una propuesta de valor: durante el proceso de definición de una estrategia de branding establecer una propuesta de valor clara es un proceso clave. Esto permitirá crear todo un paquete de beneficios para los consumidores, atrayendolos y convenciendolos de que nuestro producto/servicio es mejor que el de la competencia.
- Generar confianza y fidelizar: con una estrategia de marca se consigue que los clientes entiendan y compren los productos de una empresa y, de esa forma, generar confianza entre ellos. Al poseer una identidad concreta se alimenta la creencia de que este producto/servicio proporcionará resultados fiables siempre.
- Diferenciación de la competencia: una estrategia de branding permite distanciarse de la competencia con unos mensajes claros y definidos. Por ejemplo, en la conciencia colectiva está muy asentado que iPhone es sinónimo de lujo y excelencia, mientras que Xiaomi son teléfonos móviles de bajo coste. Gracias a este posicionamiento tan claro en el mercado, a los potenciales consumidores les resulta muy fácil evaluar sus opciones.
- Incremento del valor de la empresa: contar con la confianza y fidelidad de los consumidores supone que estos hagan tanto upselling como cross selling, lo que incrementa los beneficios económicos de la compañía y su valor a largo plazo.
- Atracción de talento: una estrategia de marca bien definida no solo ofrece beneficios a nivel externo, sino también interno. Será una herramienta muy útil para captar talento y atraer a trabajadores cualificados que realmente se sientan identificados con la empresa. Además, la fidelidad de estos será mayor y se reducirá la rotación de personal.
- Definir bien los objetivos de empresa: saber qué es tu marca, qué ofrece y cómo lo hace te permitirá crear metas mejor definidas, así como tomar las decisiones adecuadas para la trayectoria de la compañía. Marcará el camino a seguir a nivel de negocio.
- Apoyo a la estrategia de marketing: para poder llevar a cabo una estrategia de marketing es esencial tener el branding de la compañía definido, ya que el marketing surge de la marca y su público y, por tanto, es lo que establecerá las acciones de marketing a seguir.
Cómo crear una estrategia de branding
Como en casi todo proceso, es necesario seguir una serie de pasos a la hora de definir una estrategia de branding. Estos son los principales:
- Definir los buyer persona: antes de definir una estrategia de marca es básico saber a quién nos vamos a dirigir. Por tanto, debes preguntarte, ¿quién es mi cliente ideal?, ¿a quién aporto soluciones con mi producto/servicio? Teniendo claro tu mercado objetivo podrás trabajar en los siguientes pasos de la estrategia.
- Establecer la misión de la empresa: ¿para qué creé mi empresa? ¿qué quiero solucionar con mi producto/servicio? Responder estas preguntas asentará las bases de la misión y propósito de la compañía. Para que una marca pueda ser reconocida y valorada por los consumidores, esta debe ser capaz de comunicar su finalidad. Cada parte de la marca debe ser capaz de reflejar esa misión y visión: logotipo, colores, slogan…
- Estipular las cualidades y ventajas del negocio: en la actualidad es muy complicado llegar a un mercado completamente nicho, seguro que vas a encontrar competidores en él, así que la diferenciación va a ser un aspecto clave para resaltar. ¿Y cómo puedes conseguir diferenciarte? Mediante unas cualidades y beneficios únicos. Crea un listado de lo que diferencia a tu compañía de las demás pero no en relación al producto o servicio, sino a cómo este va a mejorar la vida de sus consumidores.
- Trabajar en la identidad visual: para poder trabajar este punto es necesario tener claros los anteriores (buyer persona, misión de la compañía y cualidades de esta). Trabajar el diseño visual de la marca no es tarea fácil, pues es lo primero que van a ver de ti los usuarios. Por lo tanto se trata de un proceso costoso en el que se desarrollará el logotipo de la empresa, se eligirán sus colores corporativos y se fijará una tipografía iconografía, así como otros elementos visuales.
- Desarrollar un tono de comunicación: puede parecer algo banal, pero tener estipulado cómo y de qué manera vamos a comunicarnos con nuestros potenciales clientes es algo fundamental. La forma en la que te comunicas es también parte de la marca y, por tanto, debe ir acorde a lo que queremos transmitir. En este paso es importante volver al primer punto y asegurar que tenemos nuestros buyer persona bien definido. Saber quiénes son estos nos permitirá tener mejor definido el tono de comunicación.
- Seleccionar los canales de comunicación: en la actualidad existen muchas vías para comunicarnos con nuestros clientes, pero no tenemos por qué emplearlas todas. Hacer una buena selección de los canales de comunicación nos permitirá centralizar esfuerzos y ser más eficientes. Por ejemplo, ¿es necesario estar en todas las redes sociales? No, elige aquellas en las que es más probable que estén tus buyer persona. Si te dedicas al sector B2B probablemente Linkedin sea tu canal de comunicación más eficiente, mientras que otros como Facebook o Tik Tok no lo sean tanto.
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4 elementos que no pueden faltar en una estrategia de marca
Ya tenemos claro qué es una estrategia de marca, por qué es importante y los pasos a seguir para desarrollar una adecuadamente. Nos falta por ver algunos elementos imprescindibles en cualquier estrategia de branding:
- Objetivo: ¿qué propósito tiene tu empresa? ¿Por qué te levantas cada día y vas a trabajar? Tener un objetivo claro es un must en cualquier negocio. Pero cuando hablamos de objetivo no nos referimos a ganar dinero, sino a qué o cómo va a contribuir tu empresa a la sociedad. Un claro ejemplo de esto es Ikea, pues más allá de querer vender mobiliario, su objetivo como empresa siempre ha sido “mejorar la vida de las personas”.
- Emoción: las relaciones son algo intrínseco a las personas, necesitamos establecer vínculos para sentirnos satisfechos, y esto no ocurre solo con la gente, sino también con las empresas. El sentimiento de pertenencia hacia una marca es algo que se debe tener en cuenta y potenciar en una estrategia de marketing. Hay mucho ejemplo de marcas que trabajan a la perfección la emoción, por ejemplo BMW con su claim “¿Te gusta conducir?” o Coca-Cola con su famoso “Destapa la felicidad”.
- Consistencia: para lograr el reconocimiento de marca la clave es ser consistente. Siempre debemos preguntarnos ¿este mensaje se alinea con mis valores? ¿Es algo realmente de interés para mi audiencia? ¿transmite lo que es mi marca? Si no es así, descártalo. Ser incoherentes puede confundir a tus clientes y hacer que no se sientan identificados con tu marca.
- Lealtad: ser una marca asentada en el mercado, con una gran comunidad de prescriptores no quiere decir que ya tengas todo el trabajo hecho. Al contrario, retenerlos durante mucho tiempo va a ser lo más difícil. Piensa que es gente que ha invertido tiempo en ti, te ha recomendado, ha hablado de tu marca a sus allegados… Por eso, es muy importante ser leal y recompensar a los embajadores de tu marca con beneficios por su fidelidad.
En Connext te ayudamos a desarrollar tu estrategia de marca con éxito
A lo largo de este recorrido ha quedado claro que crear una estrategia de marca no es algo sencillo y rápido de hacer, pero sí que es una cosa imprescindible para cualquier empresa que quiera destacar en su sector y hacer que su negocio prospere.
Para desarrollar una estrategia de branding exitosa es importante rodearse de profesionales con experiencia que sepan asesorarte y guiarte en todos los pasos del proceso, y en Connext somos expertos en eso. Llevamos muchos años ayudando a las empresas a desarrollar sus negocios empezando por el principio, con su estrategia de marca, y acompañándolos por el resto de fases: atracción, captación, cierre y fidelización.
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